Ikki es un huérfano japonés cuya mayor preocupación es cuidar de su hermano pequeño Shun, que es solo un bebe. Una noche antes de ser acogidos en la fundación Kido, Ikki tiene un encuentro con Pandora que le pide que le entregue al bebe. Ikki le pregunta quién es y porqué quiere quitarle a Shun.
Pandora le dice que ese niño es su hermano. Ikki le dice que eso es imposible, porque él y Shun son hijos de la misma madre. Pandora le dice que no lo comprende porque es un designio divino, y que no tiene derecho a retenerlo. Pandora le dice que a partir de ahora se convertirá en uno con el espíritu que ella lleva en los brazos.
Ikki ve el universo en brazos de Pandora y se asusta al no saber que iba ocurrir. Entonces el cuerpo de Shun comienza a pesarle mucho a Ikki además de tener que soportar una corriente eléctrica que atravesaba sus brazos, pero Ikki se resiste a soltarlo. Finalmente Ikki se derrumba y cae al suelo inconsciente. Ikki olvida parte de este encuentro debido a los poderes de Pandora.
Después son acogidos en la fundación Kido dirigida por Mitsumasa Kido, y empiezan muy jóvenes su entrenamiento para convertirse en caballeros. Ikki tenía la costumbre de entrenar en un árbol cercano a la mansión de la fundación, donde dejaba las marcas de sus puños sobre la corteza.
Ikki entrena con Shun y cuando este golpea le dice que se hace mucho daño y se pone a llorar. Ikki le dice que ya sabe que es duro pero no tienen otra elección ya que no tienen a nadie en el mundo y que tampoco tienen dinero y que su única opción es hacerse fuertes y para eso deben entrenar duro. Shun le pregunta si servirá de algo e Ikki le asienta que si y le dice que debe confiar en él.
En la misma noche en la que conocerían su lugar de entrenamiento, Shun es tirado al suelo por Nachi durante su entrenamiento y comienza a llorar, e Ikki va rápidamente a ayudarle.
Nachi le dice a Shun que no le ha hecho nada, Ikki le dice que tiene que ser valiente para ser caballero. Nachi le pregunta a Ikki si realmente son hermanos porque no se parecen en nada entonces Ikki le tira al suelo y le dice que si es su hermano y es todo lo que tiene, y que tenga cuidado con él.
Entonces todo el grupo es reunido por Tatsumi para sortear el campo de entrenamiento donde irán a realizar los próximos años de entrenamiento. Deben sacar el nombre de un lugar de dentro de una caja. Cuando Shun saca un papel sale la Isla de la Reina de la Muerte. Tatsumi dice que es el único que no tiene posibilidad de sobrevivir allí.
Tatsumi le explica como es ese lugar e Ikki dice que le gusta y que irá en su lugar. Tatsumi se niega pero Ikki le dice que lo importante es volver con la armadura. Shun le dice que no puede hacerlo, pero Ikki le promete que regresará, pero le pide a Shun que mientras este solo se comportará dignamente.
En ese momento llega Mitsumasa, e Ikki le falta al respeto, entonces Tatsumi le pide que sea respetuoso y le da una bofetada, y después otra por la mirada que Ikki le lanza, tirándole al suelo. Mitsumasa frena a Tatsumi y permite que vaya en lugar de Shun y les desea suerte a todos, pero Ikki dice que seguramente no le importe si regresa vivo y se va.
Justo antes de separarse de Shun, Ikki le dice que no debe perder el valor pase lo que pase y que así saldrá adelante y ambos se cogen de las manos mientras se despiden con lágrimas en los ojos.
Antes de partir Tatsumi ata a Ikki le da una paliza con su vara de bambú por dejarle en ridículo delante de Mitsumasa, mientras Ikki dice entre dientes que se vengará de esto. Tatsumi le deja en barco medio muerto con destino a la Isla de la Muerte.
En la isla Ikki recibe el entrenamiento de Guilty, un ser enmascarado, guiado por el odio. Guilty sometía a Ikki a un duro entrenamiento con palizas incluidas, y le decía que su fuerza debía provenir del odio. Guilty le decía a Ikki que para ser el más fuerte debía odiar a todo el mundo incluido a él, su maestro.
Guilty le dice que el estudio de artes marciales no es suficiente y que cuando pierda el respeto por los seres humanos será invencible. Ikki le dice que le agradece sus consejos y Guilty le derriba de una patada y le dice que el único sentimiento al que tiene derecho es el odio. Guilty le dice a Ikki que solo ganará la armadura del Fénix cuando solo sienta odio.
Tras los entrenamientos Ikki recibe los cuidados de Esmeralda, la hija de Guilty. Esmeralda es la única amiga que Ikki tiene en la isla. En una ocasión ella le entrega una flor como muestra de su cariño. Entonces llega Guilty y la golpea por haber interrumpido los entrenamientos de Ikki.
En alguna ocasión Ikki la confunde con Shun debido al parecido que tiene ambos. Esmeralda se preocupa por la salud de Ikki y espera que su padre no se sobrepase con el entrenamiento y le de un golpe mortal.
Esmeralda le dice a Ikki que su entrenamiento es demasiado duro. Ikki le pide a Esmeralda que dejen de verse para que Guilty no la tome con ella. Esmeralda le dice que da igual y que en la isla solo le tiene a el, y que su padre no es el mismo desde que regreso del Santuario.
Durante la parte final del entrenamiento de Ikki, Guilty le otorga a Ikki el control sobre los Caballeros Negros. Un día Guilty le da un ultimátum a Ikki y un último combate en el que si le vence le dará la armadura del Fénix, pero si pierde se quedaría prisionero en la Isla de la Reina de la Muerte.
Guilty se lanza sobre Ikki pero este le esquiva y después le derriba de un puñetazo. Cuando Ikki se levanta le da una serie de puñetazos y tras derribarle le dice que sus sentimientos son su debilidad y que debe deshacerse de ellos. Guilty vuelve a derribar a Ikki mientras le insiste en que debe odiar al mundo entero.
En ese momento llega Esmeralda que se asusta al ver el combate y los golpes que recibe Ikki. Finalmente Ikki reacciona pero cuando está a punto de golpear a su maestro se frena, entonces Guilty le lanza un golpe que Ikki esquiva, pero alcanza a Esmeralda.
Ikki va a ayudar a Esmeralda, y antes de morir Esmeralda le pide a Ikki que perdone a Guilty. Esmeralda le dice a Ikki que debe vencer para que su muerte tenga sentido. Esmeralda muere en los brazos de Ikki, Guilty dice que recibió su merecido y que no tenía nada que hacer allí.
Ikki le pregunta como pudo matar a su hija y Guilty le dice que no importa que fuese su hija ya que desde que se puso la mascara que lleva abandono toda humanidad. Guilty le dice a Ikki que el responsable de su muerte es el por no matarle cuando tuvo la ocasión.
Entonces Ikki comienza a odiar a su maestro y ha desarrollar su cosmos. Ikki se lanza contra Guilty lleno de rabia derriba tras multitud de golpes. Cuando Guilty está malherido en el suelo la armadura del Fénix reviste a Ikki y Guilty le dice que lo ha conseguido y que el odio reinará sobre él durante toda su vida, entonces su mascara se vuelve de color gris y Guilty se muere.
Posteriormente Ikki entierra a Esmeralda en uno de los extremos de la isla mirando al mar. Pasados 6 años del comienzo de su entrenamiento, la Fundación Kido organiza el Torneo Galáctico para los niños que sobrevivieron al entrenamiento y se convirtieron en caballeros. Ikki recibe la orden del Santuario de ir allí para ridiculizarles y robar la armadura de Oro de Sagitario que estaba en manos de la Fundación Kido.
Ikki se va a Japón con varios caballeros Negros con réplicas negras de su armadura. En el coliseo Ikki espía varios de los combates entre los caballeros de Bronce para analizar a sus enemigos. Ikki se muestra durante el combate entre Jabu de Unicornio y Shun de Andrómeda saliendo de dentro de la caja de la armadura de Oro de Sagitario.
La llegada de Ikki es aclamada por todo el coliseo, pero los caballeros perciben el odio que emana de Ikki. Entonces la cadena de Andrómeda ataca a Ikki por su propia voluntad, pero Ikki la detiene con el brazo. En ese momento Shiryu de Dragón le dice a Shun que el Fénix es Ikki. Acto seguido Ikki ataca a Shun hiriéndole en el hombro izquierdo.
Ikki se levanta unos anteojos oscuros que llevaba para ocultar su rostro y le dice a Shun que no ha cambiado y que sigue igual de llorón que siempre. Ikki le dice que le matará y le derriba de una patada. Shun le pregunta porqué le ataca e Ikki dice que no le dará explicaciones, entonces Jabu agarra del brazo a Ikki y le dice que él es quién debe enfrentarse a Shun e intenta moverle sin conseguirlo.
Ikki golpea a Jabu en el hombro, tan rápido que Jabu no lo percibe, pero después parte de su armadura se rompe y Jabu cae al suelo. Entonces Ikki amenaza a Saori y dice que no le perdonará a ella ni a Mitsumasa, después amenaza de muerte a Tatsumi. Ikki amenaza a Seiya de Pegaso.
En ese momento reacciona Nachi de Lobo que le dice que la suerte ha querido que en el torneo luche contra él. Nachi le dice que todos sufrieron mucho para ganar sus armaduras de caballeros. Ikki le dice que si cree que ha sufrido, eso no será nada con lo que le espera.
El coliseo se acondiciona para que el combate entre dentro de las normas del torneo, pero Ikki pide que detengan todo eso porque el no ha venido para participar en el torneo sino para vengarse. Nachi le dice que habla mucho y hace poco, entonces Ikki le ataca con la Ilusión del Fénix provocando que Nachi vea un puño gigante que le ataca y como se destruye parte de su armadura.
Ikki dice que le ha dejado sin alma, entonces Ikki empuja a Nachi con un dedo y este cae desplomado al suelo y al momento el marcador del coliseo le da como vencedor del combate. Esto deja sorprendidos a los caballeros y a todo el coliseo.
Ikki derriba a Tatsumi desde la distancia y le dice que aún le duele la carne por sus golpes. Ikki pregunta si alguien quiere luchar contra él, y que tras ver los combates no encontrado un rival para él. Ikki derriba a Seiya, Hyoga y Shiryu cuando Shun le pide que pare e Ikki dice que sería muy fácil. En ese momento llegan las sombras del Fénix, que llevan armaduras negras del Fénix.
Estos le piden que les deje a ellos encargarse de todo. Varias sombras frenan a los caballeros e Ikki dice que se llevarán un recuerdo antes de irse. Ikki chasquea los dedos y la armadura de Oro de Sagitario sale de su caja, Ikki hace otro gesto para que las sombras se replieguen y la armadura de Oro desaparece.
Ikki le dice a Shun que no les matará hoy a ninguno y que de momento les perdona la vida, entonces Ikki desaparece. Ikki por la ciudad con sus secuaces hasta que les encuentra uno de los helicópteros de la fundación, pero Ikki derriba el helicóptero haciendo que se estrelle. Finalmente llegan a su escondite en una nave del puerto.
Ikki se quita su armadura y cuando toca la armadura de Oro de Sagitario comienza a brillar y le reviste pero antes de que estuviese bien asentada entra Seiya de Pegaso rompiendo la puerta y derribando a Ikki de una patada haciendo que la armadura de Oro de Sagitario saltase del cuerpo de Ikki en piezas.
Ikki les dice a sus secuaces que se vayan y se lleven la armadura de Oro de Sagitario. Acto seguido se lanza a por Seiya al que derriba de un codazo en el cuello, después cuando se levanta le lanza una patada que esquiva y se marcha con sus secuaces. Shun le llama e Ikki se frena por momento para después continuar su con escape.
En la costa uno de sus secuaces le informa que 4 de los suyos no han vuelto y seguramente hayan perdido sus partes de la armadura de Oro de Sagitario. Ikki les dice que eso prueba su debilidad. Ikki comprueba a que pesar de esto conserva más partes de la armadura de Oro que los caballeros de Bronce. Ikki dice que ahora su principal objetivo es reunir toda la armadura de Oro.
Ikki ordena llamar a los caballeros Negros de Pegaso, Dragón, Cisne y Andrómeda para que cada uno de ellos guarde una parte de la armadura de Oro. Ikki les da una parte a cada uno y él se queda con el casco de la armadura de Oro. Ikki les dice que a parte de cuidarlas deben recuperar las partes restantes.
Ikki envía una carta manchada de sangre a la fundación en la que desafía a Seiya para dentro de una semana en el Valle de la Muerte y sin olvidar las partes restantes de la armadura de Oro.
Cuando llegan al lugar del encuentro Ikki les da la bienvenida a los caballeros de Bronce y les dice que son valientes aunque les va a valer de poco porque les espera la muerte, todo esto sin dejarse ver. Ikki les dice que les espera sobre el Monte del Diablo.
Poco después aparece al lado de Ikki el emblema congelado del Cisne Negro. Ikki se da cuenta de que su aliado a perdido pero al menos ahora podrá defenderse de los ataques de Hyoga de Cisne. Cuando consigue memorizar la información que le ha sido enviada llega Hyoga de Cisne e Ikki le dice que pronto lo lamentará.
Hyoga le dice que también le amenazó el Cisne Negro y ahora está muerto, y que eso mismo le pasará a él. Ikki le dice que ataque y Hyoga le ataca con el Polvo de Diamantes, pero Ikki le devuelve el golpe con una sola mano. Ikki le dice que conoce sus técnicas y que no le servirán contra él.
Ikki le dice que su obsesión por el recuerdo de su madre le ha vuelto imprudente y que no le podrá vencer. Hyoga le pregunta como sabe eso, e Ikki le dice que ignora muchas cosas de él y que puede destruir las mentes y los cuerpos de sus enemigos, entonces Ikki ataca a Hyoga con la Ilusión del Fénix provocando que Hyoga vea como se desfigura el rostro de su madre.
Hyoga reacciona, le dice que no le da miedo y que gracias a su gesto ha conseguido volverle más agresivo. Hyoga dice que le matará y que nada podrá pararle, entonces Hyoga ataca a Ikki con el Trueno del Alba, golpeando a Ikki, pero este consigue esquivar parte del golpe quitándose su armadura en pleno ataque.
Hyoga se sorprende e Ikki le repite que conoce sus técnicas y le enseña el emblema del Cisne Negro. Entonces Hyoga se da cuenta de Ikki se apoderó de la experiencia del Cisne Negro. Hyoga se queda paralizado e Ikki dice que es consecuencia de la Ilusión del Fénix.
Ikki aprovecha para acercarse a Hyoga y golpearle a la altura del corazón destruyendo parte de su armadura. Ikki le dice que los huérfanos no deben ser débiles debido a que no conserva los recuerdos, y que ha perdido porque se ha dejado distraer por las imágenes del pasado.
Hyoga le dice que aún no ha ganado y que le dejará sin un brazo, entonces le agarra el brazo con el que le ha golpeado y comienza a descender la temperatura, ese momento Ikki se dispone a golpearle de nuevo pero se detiene cuando percibe que su corazón ha dejado de latir.
Hyoga cae e Ikki se queja del brazo dándose cuenta de que Hyoga le dijo la verdad. Ikki dice admirar a Hyoga a pesar de todo, e Ikki recupera las 2 partes de la armadura de Oro que Hyoga tenía en su poder. Después Ikki envía al Dragón Negro a ayudar a Andrómeda Negro por si este le necesita.
Ikki reaparece con su armadura cuando Shun de Andrómeda y Shiryu de Dragón llegan a su altura. Les dice que les esperaba y que ha matado a Hyoga y que ahora solo quedan ellos 2 después de que el Pegaso Negro venciese a Seiya de Pegaso. Shiryu le dice a Shun que no debe luchar contra él puesto que son hermanos, entonces Shun derriba por sorpresa a Shiryu dejándole inconsciente.
Ikki le dice a Shun que no le entiende y le dice que es tarde para traicionarles y ponerse de su lado, Shun le dice que le da su vida a cambio de la de ellos. Shun se pone de rodillas y dice que no se defenderá. Ikki salta a su lado y le derriba de una patada. Ikki dice que si le ofrece su vida entonces la tomará y justo cuando se dispone a atacarle llega Seiya atacando a Ikki, pero este le esquiva.
Ikki se sorprende de ver a Seiya, Seiya le dice que aunque sea lo último que haga le eliminará. Entonces Seiya ataca a Ikki con los Meteoros de Pegaso pero este le esquiva y después Seiya se tropieza y cae. Ikki le dice que ha ido para nada y que ha llegado su última hora.
Cuando Ikki se dispone a atacar a Seiya, aparece Hyoga que tira su campanilla y le dice a Ikki que debería guardar mejor su espalda, Ikki no se cree que Hyoga siga vivo después de atravesarle el corazón. En ese momento Shiryu se despierta y Seiya le dice a Ikki que abandone. Shiryu le dice que ni siquiera él puede contra 4 caballeros al mismo tiempo.
Ikki se rie y amenaza a Shun, entonces Shun le coge de las manos y le recuerda las palabras que le dijo antes de separarse cuando les envían a sus lugares de entrenamiento, pero Ikki se dispone a golpearle cuando Hyoga lo evita.
Hyoga le dice a Ikki que no use la Ilusión del Fénix dado que él mismo le dijo no es conveniente volver a usar una técnica que ya se ha usado alguien. Ikki le dice que no está situación de decirle lo que debe hacer. Hyoga le dice que conseguirá volverlo en su contra.
Ikki dice que le dará la ocasión de probarlo a ver de que es capaz. Entonces Hyoga usa el Polvo de Diamantes pero lo hace en vertical. Ikki se dispone a atacarle con la Ilusión del Fénix, pero el ataque de Hyoga consigue actuar a modo de espejo y devolverle el ataque a Ikki que no puede evitarlo y resulta herido en la frente.
Ikki ve una ilusión en la que los caballeros negros se vuelven en su contra e intentan matarle. Cuando Ikki reacciona aprovecha que Hyoga está retenido por la cadena nebular de Shun para golpearle de nuevo a la altura del corazón. En la mano de Ikki se queda enredado un rosario con la Cruz del Norte. Ikki deduce que gracias a él no le ha podido matar. Hyoga le dice que es el recuerdo que guarda con más aprecio de su madre e Ikki lo rompe.
Hyoga le pregunta a Ikki porque no le hace efecto la Ilusión del Fénix, Ikki le dice que es porque no le que nada que ame y como su alma está deshecha su ataque surge efecto. Entonces Ikki les reta a todos y les ataca con las Alas Ardientes del Fénix derribándoles a todos excepto a Seiya que se salva gracias a la intervención de la armadura de Oro de Sagitario que se pone por delante para protegerle.
Ikki le pregunta a Seiya que ha ocurrido, pero Seiya le dice que el tampoco lo sabe y le dice que da la impresión de que la armadura de Oro ha querido protegerle. Ikki dice qué porque iba a querer proteger la armadura de Oro a un caballero como él. Seiya le dice que no le puede responder, pero que no dejará que se apodere de ella.
Seiya ataca a Ikki con los Meteoros de Pegaso derribando a Ikki y estampándole contra un muro. Ikki dice que debería estar muerto, pero parece más poderoso que nunca. A pesar de todo Ikki le dice que por muchas ayudas que tenga no podrá con él. Ikki y Seiya se atacan mutuamente golpeando sus puños y ambos caen al suelo. Cuando se levantan Seiya derriba a Ikki y este no se explica como Seiya le está venciendo.
Ikki no se explica como ha aumentado tanto la fuerza de Seiya en tan poco tiempo. Entonces la armadura del Fénix estalla y se rompe por completo para sorpresa de Ikki. Ikki cree que Seiya ha conseguido eso gracias a la ayuda de la armadura de Oro, y Seiya le dice que así es. Seiya ataca a Ikki con los Meteoros de Pegaso volviéndole a derribar.
Cuando está en el suelo, el cosmos de Ikki aumenta y la armadura del Fénix le reviste de nuevo. Ikki le dice a Seiya que la armadura del Fénix no puede ser destruida dado que la armadura del Fénix puede renacer de sus propias cenizas. Ikki le dice a Seiya que no puede vencerle. Seiya ataca a Ikki con los Meteoros de Pegaso, pero Ikki bloquea el ataque.
Ikki le dice que cuando el Fénix renace lo hace con nueva energía y que con ese ataque no le hará nada. Ikki le dice que admita su derrota y le dice que si tiene algo que decir antes de morir, como Seiya no dice nada, Ikki le ataca pero de golpe aparece el Escudo del Dragón sobre el brazo de Seiya para bloquear el ataque de Ikki.
Ikki no se explica como ha llegado el escudo hasta ahí. Seiya le dice que él tampoco lo sabe aunque, pero que no será capaz de destruir un escudo tan poderoso como este. Ikki le dice que destruirá su alma. Cundo Ikki se dispone a atacar a Seiya con la Ilusión del Fénix es frenado por la Cadena Nebular de Shun, y está se pone después sobre el otro brazo de Seiya.
Seiya dice que esto indica que la armadura de Oro quiere que él sea el vencedor del combate. Ikki se asombra y no se lo explica. Seiya ataca a Ikki mientras le dice que perderá por despreciar multitud de sentimientos humanos. Ikki le dice que se ocupará a la vez de todos, Seiya le dice que no podrá. Ikki ataca a Seiya con las Alas Ardientes del Fénix derribando a Seiya, pero le acaba frenando con el Escudo del Dragón.
Seiya ataca a Ikki con los Metoros de Pegaso y entonces su ataque se mezcla con el Polvo de Diamantes de Hyoga consiguiendo herir a Ikki. Ikki admite estar acabado mientras recuerda como su maestro le dejó al mando de los caballeros Negros. Ikki le admite a Seiya que le ha vencido ya que no tiene a nadie bajo su mando entonces Shiryu, Hyoga y Shun se levantan.
Ikki se desploma pero es sujetado por Seiya que le pregunta que le ocurrió en la Isla de la Reina de la Muerte y este le dice que era el Infierno en la Tierra. Seiya le dice que se explique pero Ikki le dice que no lo comprendería. Seiya le dice que tiene que saberlo e Ikki le dice que no tiene que darle explicaciones y empieza a darle puñetazos hasta que le derriba para después usar las Alas Ardientes del Fénix.
Seiya usa los Meteoros de Pegaso derribando a Ikki y estampándole contra un muro. Ikki no consigue levantarse y es ayudado por Seiya. Ikki le dice que estaba seguro de que le ganaría y Seiya le dice que tiene que contarles lo que le paso en la Isla de la Reina de la Muerte. Ikki agarra la mano de Shun, pero entonces len vienen a la cabeza las frases de su maestro sobre el odio y empuja a Seiya y Shun mientras se agarra la cabeza.
Ikki les explica como fue su entrenamiento en la Isla de la Reina de la Muerte y como consiguió la armadura del Fénix. Ikki les dice que desde entonces de humano solo tiene la apariencia y que solo el odio le guiaría. Ikki dice que ahora que ha perdido el odio no le queda nada. Los demás le dicen que se una a ellos, pero Ikki se niega y dice que deben combatir.
Ikki está herido, sangra sin poder atacarles y ve borroso. Seiya le dice que no luche y se una a ellos, pero Ikki le dice que no puede aunque quisiera porque se lo impediría el Santuario. En ese momento la tierra comienza a temblar y a resquebrajarse dejando unas grietas de sale un gran numero de enemigos que se llevan la armadura de Oro de Sagitario y les atacan.
Seiya le pregunta a Ikki si son hombres, pero Ikki le dice que ya no quedan más caballeros Negros. Ikki cae por una de las grietas pero consigue agarrarse antes de llegar muy profundo. Shun le ofrece que se agarre a su cadena y le dice que está en deuda con él dado que por su culpa fue a la Isla de la Reina de la Muerte.
Ikki le dice que es un traidor por querer matarle y resbala por el precipicio pero Shun usa su cadena y le sujeta de un brazo. Ikki le pide que le suelte y que no merece vivir, pero Shun le dice que no le abandonará. Ikki le insiste en que le suelte o ambos caeran, pero Shun le dice que ahora que le ha vuelto a encontrar no permitirá que le deje.
Entonces una lágrima de Shun cae sobre el rostro de Ikki y este le dice que le quiere y Shun le dice que él también y que en su amor se basará su fuerza y sube a Ikki hasta la superficie. Ikki intenta levantarse pero aún está débil. Ikki ve como empieza a nevar lo que le recuerda a Esmeralda y espera que la nieve le ayude a purificarse.
En ese momento oye a los enemigos decir el nombre de Docrates e Ikki les dice al resto que deben huir. Docrates les ataca con la Fuerza de Heracles haciendo 2 enormes agujeros en el suelo dejando a todos los caballeros asombrados. Docrates le ordena a Ikki que le de el casco de la armadura de Oro de Sagitario. Ikki le dice que no acepta sus órdenes y se lo da a Seiya para que lo guarde él.
Justo después Ikki ataca a Docrates con las Alas Ardientes del Fénix golpeando la roca sobre la que se encontraba Docrates provocando un desprendimiento del que ninguno de los puede escapar y son atrapados entre las rocas. Después de esto Ikki es dado por muerto durante un tiempo.
Ikki resurge cerca del lugar de su desaparición gracias al calor de las llamas provocadas por el Caballero de la Llama en su combate contra Shun de Andrómeda, cuando este protegía a Saori y al casco de la armadura de Oro de Sagitario. Ikki sale de las llamas sacando a Shun con él que estaba inconsciente. El Caballero de Llama le pregunta quién es, e Ikki le dice su nombre, y que con el calor de sus llamas ha vuelto a la vida.
Gigars que también estaba allí le dice que llega a tiempo dado que están a punto de recuperar el casco de la armadura de Oro, y que al Patriarca le gustará verle. Ikki dice que a él también para hacerle pagar por todo, entonces Ikki golpea a Gigars derribándole.
Ikki le dice al Caballero de la Llama que ahora le toca a él, entonces el Caballero de Llama ataca a Ikki con las Llamas del Infierno, pero Ikki le devuelve el ataque con una sola mano derribándole. El Caballero de la Llama no se cree como Ikki ha parado tan fácilmente su ataque, e Ikki le dice que el fuego no tiene secretos para él.
Ikki ataca al Caballero de la Llama con la Ilusión del Fénix que ve unas imágenes en la que no es capaz de controlar el fuego y su propio ataque se vuelve contra él. Finalmente el Caballero de Llama cae muerto por un pequeño acantilado a causa del ataque de Ikki.
Después Saori y Shun se ponen a llorar de alegría al verle vivo, entonces llegan Seiya de Pegaso y Hyoga de Cisne. Seiya le dice que se alegra de verle vivo e Ikki dice que el Fénix siempre resurge de sus cenizas y los 3 se ponen a llorar. Al ver esto Gigars y los soldados que le acompañan huyen.
Más adelante llega Shiryu y por la noche todos brindan por regreso de Ikki. Entonces Shun se pone a llorar de nuevo e Ikki le dice que los caballeros no lloran, pero Shun le dice que son lágrimas de alegría, Ikki le dice que le comprende pero le pide que deje de llorar. Entonces ya saben que su enemigo está en el Santuario.
Ikki dice que desde su llegada a la Isla de la Reina de la Muerte su maestro estaba controlado por el Patriarca y por eso le entrenó para odiar a todo el mundo. Saori les comenta que la armadura de Oro está destinada a proteger a la humanidad y que uno de ellos la vestirá.
Ikki dice que el Patriarca quiere recuperar la armadura de Oro de Sagitario para unirla a su colección personal. Seiya propone atacar el Santuario, pero Saori les dice que no deben precipitarse y que es mejor elaborar un buen plan con toda la información que tienen, y que también deben descansar aunque sean caballeros. Se vuelve a ver a Ikki rezando en un cementerio junto a Shun cuando percibe que Seiya está en peligro.
Ikki se reúne en el coliseo de la fundación con los demás caballeros, Tatsumi y Saori. Allí Seiya les habla de Marin de Águila, su maestra y de su posible parentesco según palabras de Asterion del Perro Cazador. Hyoga cuenta que en la playa encontraron un mensaje de Marin que decía: “Seiya protege a Atenea”. Ikki dice que antiguamente los caballeros luchaban por proteger a la diosa Atenea.
Tatsumi les cuenta la historia de Atenea que le contó Mitsumasa de que Saori es Atenea. Acto seguido del casco de la armadura de Oro de Sagitario y de Saori comienza a emanar un cosmos que llena toda la zona, dejando a todos sorprendidos. Finalmente se convencen que la historia que les cuenta Tatsumi es cierta y que Saori es Atenea.
Entonces aparece en el coliseo el caballero de Plata Babel del Centauro. Babel les ataca sin que puedan hacer nada, e Ikki se siente impotente por no poder ayudar al no tener su armadura. Cuando peor pintaban las cosas surgen 3 estrellas en el cielo, que resultan ser 3 caballeros, pero no se sabe de que parte están.
Ikki intenta atacar a Babel, pero sin su armadura apenas puede esquivar sus golpes. Hyoga es quién lucha con Babel, protegiendo al grupo. En un momento del combate Babel ataca a los 3 caballeros, pero estos consiguen frenarle y dicen ser los caballeros de Acero. Al final Hyoga consigue vencer a Babel y Atenea le coge de la mano cuando está a punto de morir e Ikki reconoce que Babel tuvo mucha suerte al ir al otro mundo de la mano de una diosa.
Después el grupo habla sobre los caballeros de Acero e Ikki cree que puedan trabajar para alguien distinto al Santuario. Al día siguiente Saori les muestra una base secreta subterránea al coliseo. Allí deciden atacar el Santuario e Ikki se ofrece a acompañar a Seiya, pero finalmente se queda en la base junto a Hyoga y son Seiya, Shiryu y Shun los que se marchan al Santuario.
Más adelante junto a Saori, Hyoga y Tatsumi revisan el video del combate contra Babel y la intervención de los caballeros de Acero, que fue grabado por casualidad por una de las cámaras de las ruinas del coliseo. Ikki les dice que está preocupado por los demás y Hyoga le dice que se tranquilice dado que Shun sabe cuidarse.
Ikki dice tener un extraño presentimiento. Entonces les informan que han perdido contacto con el avión en el que iban Seiya, Shiryu y Shun, cuando estaban volando por encima del Mar Mediterráneo. Esto confirma los temores de Ikki. Acto seguido Hyoga e Ikki cogen un avión para ir a ayudar al resto, y nada más despegar Hyoga le dice que está seguro de que todo saldrá bien. Ikki se impacienta durante el viaje debido al tiempo que tarda en llegar, pero es calmado por Hyoga.
Cuando el avión llega al lugar indicado recogen a Seiya, Shun y Shiryu que está gravemente herido en los ojos y regresan a Japón para intervenir a Shiryu. Mientras esperan el resultado de la operación se encuentran en un gimnasio de la fundación a los caballeros de Acero. Saori les pregunta que tipo de caballeros son, y estos les dicen que sus armaduras son mecánicas e Ikki dice que son máquinas.
Entonces llega el jefe de laboratorio de la fundación, y Saori le pide explicaciones acerca de los caballeros de Acero. Este le cuenta como Mitsumasa le pidió que creara las armaduras de Acero y lanzará este grupo para servir de apoyo a los caballeros de Bronce. Saori le pregunta porque no le dijo nada, pero este le dice que fue una orden de Mitsumasa. Ikki reconoce el mérito de Mitsumasa al pensar en estos aspectos desde hace tanto tiempo.
Entonces Ikki va junto al resto hasta la puerta del quirófano para esperar el resultado de la operación. Cuando terminan, Saori le pregunta al médico como está Shiryu y este le dice que sobrevivirá pero que lo más probable es que sea ciego el resto de su vida. Ikki va junto con los demás caballeros de Bronce, Saori y los caballeros de Acero a visitar a Shiryu al hospital aunque se queda en la puerta de la habitación y se hace el duro ante las muestras de cariño que le dan a Shiryu. Luego aparece en la puerta del hospital cuando se despiden de él, pero Ikki está apoyado en la pared sin hacer ningún gesto.
Reaparece en la base subterránea del coliseo junto con los demás caballeros de Bronce y allí Saori les explica a los caballeros que ha enviado un helicóptero para captar el Santuario, y les muestra el vídeo que grabó en el que la imagen se borra al llegar a las cercanías del Santuario. Se ponen a hablar sobre la ceguera de Shiryu, y cuando Saori dice que se recuperará, Ikki les dice que son muy optimistas.
Seiya le pregunta si lo que dice es una intuición, pero Ikki le dice que es más, ya que los médicos han diagnosticado que será ciego para siempre, pero Seiya le dice que confía en él. Ikki le dice que debe saber asumir la realidad. Ikki le dice reflexione y que si atacan el Santuario irán directos al fracaso. Ikki le dice que debe ser demasiado joven para reflexionar, entonces Seiya intenta golpear a Ikki pero este le esquiva y le derriba de un puñetazo.
Ikki dice que desde ese momento se convierte en un caballero solitario, Saori le pide que vuelva, pero Ikki le dice que ya lo tiene decidido. Saori le ordena que se quede, e Ikki le dice que el no recibe ordenes de nadie. Seiya le pregunta que donde irá, e Ikki le dice que no se unirá al enemigo.
Al salir del coliseo Ikki y estando solo admite que tienen razón y Shiryu recuperará la vista. Ikki piensa que la separación es necesaria para confundir al enemigo y debilitarle. En ese momento ve llegar un grupo de cuervos y cree que eso un mal presagio. Ikki reaparece a las afueras de la ciudad para ayudar a Saori que estaba atrapada por 2 caballeros de Plata junto con Seiya de Pegaso que estaba inconsciente y herido.
Ikki les dice que no permitirá que nadie haga daño a Saori. Saori le dice que sabía que volvería a su lado, pero Ikki le dice que sigue siendo un caballero solitario. Capella le pregunta de qué lado está. Ikki hace una línea en el suelo y les dice que no la atraviesen hasta que se hayan marchado. Ikki coge a Seiya y le dice a Saori que se deben poner en marcha.
Capella se indigna y avisa a Ikki que se ponga en lo peor porque va a cruzarla. Capella se lanza a por Ikki pero este le derriba de un golpe en la cabeza, Dante le pregunta como está, pero Ikki le dice que está muerto. Ikki le dice que eso debe servirle de lección. Dante le pregunta su nombre e Ikki se lo dice. Dante recuerda que entrenó en la Isla de la Reina de la Muerte. Dante dice que tienes ganas de luchar contra él y le lanza el extremo de su cadena con una bola.
Ikki la detiene y se la devuelve. Dante le reconoce a Ikki su fuerza. Dante vuelve a atacar a Ikki pero ahora con 3 bolas a la vez. Dante le advierte a Ikki que si el cruza la línea del suelo el también morirá, y Dante le forzará a Ikki a hacerlo. Dante ataca con las Bolas de Acero a Ikki pero este las destruye todas para sorpresa de Dante.
Ikki le dice a Dante que no es tan fuerte como el se cree. Ikki ataca a Dante con las Alas Ardientes del Fénix, Dante intenta contraatacar, pero Ikki le esquiva y le derriba. Ikki le dice a Saori que deben darse prisa. Capella se levanta y ataca a Ikki con uno de sus discos creyendo haberle cortado el cuello. Entonces el cuerpo sin cabeza de Ikki se dirige hacia Capella para sorpresa de este que no se lo cree. Capella le tira otro disco cortándole el brazo izquierdo, pero el cuerpo sigue caminando.
Cuando Capella se dispone a recoger su disco este se divide en dos y le corta sus manos. Después es golpeado por todos sus discos al mismo tiempo. Capella le pregunta a Ikki como lo ha hecho, y este le dice que ha sido víctima de la Ilusión del Fénix creyendo haberle decapitado, pero el disco que le ha cortado sus manos era real, porque fue el mismo que el propio Capella lanzó.
Ikki le dice que le advirtió no cruzar esa línea, pero Capella le dice que aun así se ha levantado para volverle a atacar. Ikki le dice que ahora está un mundo lleno de espejismos en el que todos sus ataques se volverán en su contra. Entonces otro disco de Capella le ataca golpeándole de pleno sin que este pueda defenderse. Después la armadura de Capella se pulveriza y este cae muerto.
Saori le pregunta si era necesaria tanta masacre e Ikki le dice que aunque hubiese querido pararle sus esfuerzos no habrían servido de nada. Ikki le dice que deben marcharse y Saori le dice que Hyoga y Shun cayeron por el precipicio, pero Ikki le dice que para asegurar el triunfo del grupo debe ponerla a salvo.
Ikki coge a Seiya y cuando comienzan a marcharse Dante se lanza contra ellos, Ikki quita a Saori de su camino y Dante le lanza el extremo de su cadena con una bola. Ikki se sorprende al ver que sigue vivo y le pregunta que pretende hacer, Dante le dice que luchar y salir vencedor del combate. Dante le tira a Ikki el otro extremo de su cadena, pero esta es frenada por la cadena nebular de Shun que ha conseguido sobrevivir a su caída por el acantilado.
Ikki deja a Seiya en el suelo, rompe la cadena de Dante y le dice a Shun que le deja a Dante a él, y le pide a Hyoga que se ocupe de Seiya. Ikki se marcha y Shun le dice que no le entiende, e Ikki le dice que es muy sencillo, es un solitario y que solo ha intervenido por que las cosas iban mal, y que Dante ya está medio muerto así que ya no le necesitan y se marcha con una sonrisa en la cara.
Posteriormente Ikki regresa a la Isla de la Reina de la Muerte donde es recibido por 3 caballeros Negros. Los caballeros Negros le dicen que la isla es la puerta del infierno, e Ikki les dice que es imposible olvidar su estancia en la isla donde tanto sufrió para convertirse en caballero. Los caballeros Negros dicen que se encargaran de él, pero Ikki dice que no dan la talla para luchar contra él y les advierte que no les hará daño si le dejan pasar.
Estos le dicen que pagará por esas palabras e Ikki les responde que no perderá el tiempo con ellos. En ese momento los caballeros Negros se lanza contra Ikki, pero este les ataca con las Alas Ardientes del Fénix derribándoles y lanzándoles a un lago de lava. Ikki cree que él antes también era como ellos.
Caminando por la isla se encuentra unas flores y se sorprende de que hayan podido crecer en ese lugar y le recuerdan a Esmeralda y el tiempo que pasó con ella durante su entrenamiento. Ikki recuerda las palabras de Esmeralda que hay cosas más importantes que la guerra y el odio, e Ikki admite reconocerlo cuando se reencontró con los otros caballeros de Bronce, pero también sabe que hay que luchar para conservarlas. Ikki arranca las flores y se las lleva.
Ikki llevas las flores a la tumba de Esmeralda, pero justo cuando las va a dejar en el suelo son destruidas por alguien. Ikki se gira y reconoce a Jango y le lanza un cartel con su nombre, pero Jango lo tira al suelo. Jango le dice que consiguió la armadura del Fénix porqué él todavía no estaba en la isla para hacerlo, y que lo deserto para unirse a los caballeros de Bronce, pero es él quien es el dueño de la Isla de la Reina de la Muerte.
Jango le dice a Ikki que va a morir. Ikki le dice que acabará con su locura y será el quien muera. Entonces aparecen varios caballeros junto a Jango, entre ellos él Fénix Negro. Estos se lanzan a por Ikki derribándole y quitándole la caja con su armadura. El Fénix Negro ataca a Ikki con la Ilusión del Fénix Negro derribándole. Fénix Negro aprovecha para intentar ahogar a Ikki mientras este está bajo los efectos de la Ilusión del Fénix Negro, aunque le suelta cuando cae por completo en la ilusión.
Ikki recibe los ánimos de Esmeralda que le dice que todavía tiene mucho por hacer y que debe seguir viviendo. Esmeralda le dice que es el caballero de la esperanza, entonces Ikki oye la voz de Shun, Hyoga y Seiya que han ido hasta la Isla de la Reina de la Muerte en helicóptero para ayudar a Ikki.
Ikki ve en la ilusión como si el Fénix Negro le estuviera ahogando, pero recuerda los ánimos de Esmeralda y consigue romper la Ilusión del Fénix Negro. Acto seguido su armadura le reviste. Ikki le recuerda al Fénix Negro sus propias palabras diciéndole que el mundo no necesita 2 Fénix y uno debe morir. Ikki ataca al Fénix Negro con las Alas Ardientes del Fénix derribándole y matándole.
Seiya, Hyoga y Shun bajan a tierra para encargarse de los caballeros Negros y dejar el camino libre a Ikki para que luche contra Jango. Jango ataca a Ikki envolviéndole entre llamas con su Puño de Fuego. Pero el fuego no consigue dañar a Ikki quien se deshace de él sin problemas.
Ikki le dice que no verterá la sangre de sus víctimas en la isla donde está el cuerpo de su amada. Ikki ataca a Jango con la Ilusión del Fénix. Jango se ve a si mismo cayendo a un rio de lava y como es devorado por el fuego. Finalmente Jango se desploma y cae muerto al suelo. Entonces se acercan Seiya, Hyoga y Shun e Ikki se sorprende de ver a Seiya recuperado tan rápidamente.
Poco después hay un terremoto en la isla y el volcán se pone más activo. El suelo de la isla se resquebraja rodeando a los caballeros mientras Ikki se dirige hacia la tumba de Esmeralda y cuando llega allí explota ese acantilado saltando la cruz por los aires. La isla comienza a hundirse en el océano y entonces los caballeros de Bronce salen de la isla en esferas de energía creadas por Atenea que estaba en barco cerca de la zona.
Un atardecer en la playa Ikki habla con Shun y le pregunta si ha llegado a maldecir su destino. Shun se sorprende por la pregunta e Ikki le explica que nunca han sido felices como las personas normales entienden la felicidad. Shun le dice que sabe que no tuvo suerte y que padeció mucho para conseguir su armadura.
Ikki le dice que entonces solo pensaba en odiar y creía que ese sería su destino, pero su contacto con Esmeralda vió que eso podía cambiar. Ikki le dice que gracias a Seiya ha sentido la amistad que antes no tuvo e Ikki le dice que cualquiera puede controlar su propio destino para hacerlo a su voluntad.
Ya en la mansión de la fundación Kido, Ikki discute con Seiya al decir que Shiryu en su estado actual es un estorbo. Seiya le dice que no conoce la amistad y que ellos siempre luchan juntos, y aunque esté herido no le abandonarán. Ikki le dice a Seiya que atacar el Santuario no es juego de niños y con un herido a cuestas imposible.
Shun le dice a Ikki que Shiryu debe ir con ellos, dado que el Santuario es un rival difícil por eso deben contar con la ayuda de Shiryu. Hyoga dice que el también confía en Shiryu. Ikki le dice a Seiya que como el dijo, es un solitario y que por eso irá solo allí, entonces Ikki se marcha. Cuando Ikki está solo piensa que Shiryu tiene mucha suerte al tener esos amigos, pero debe demostrar que es un caballero regresando en forma cuanto antes.
Más adelante Ikki anima a Shun durante su combate contra Reda y Spica antes de que este partiera hacia el Santuario. Ikki le pide a Shun que recuerde la conversación que tuvieron en la playa después de volver de la erupción de la Isla de la Reina de la Muerte. Ikki le dice a Shun que controle su destino y que demuestre que él es su único dueño.
Ikki se va al volcán de la Isla Canon para curar sus heridas y fortalecer su armadura. Desde allí ayuda a Shun en combate en la Casa de Géminis contra la Ilusión de Géminis controlada por el Patriarca. Ikki consigue interrumpir las ondas cerebrales del Patriarca con su cosmos evitando que Shun fuese enviado a Otra Dimensión.
Ikki se comunica con Shun y le dice que no está en las mejores condiciones y que todavía tardará un poco en ir con él a ayudarle. Le promete ir en cuanto le sea posible y le pide que mientras no pierda la esperanza sin abandonar pase lo que pase.
Pasadas unas horas Ikki cree que ya es momento de aumentar su cosmos e ir al Santuario a ayudar a los demás. Ikki cree que ahora su armadura es más resistente que nunca. En esos momentos un grupo de soldados del Santuario llega a la isla y comienzan a interrogar a los habitantes para que les digan donde está él. Los soldados les dicen que si le ayudan serán considerados rebeldes y castigados por ello.
Los soldados se llevan al jefe del pueblo, un anciano, y a su nieta para ir en busca de Ikki, pero a mitad de camino el anciano dice que no tiene derecho a hacerlo. El anciano les dice que prefiere morir antes que llevarles con Ikki. El anciano les dice que no se debe molestar a un caballero durante su reposo. Los soldados le dicen que es una orden del Patriarca, pero el anciano les dice que la ley es la misma para todos.
El anciano dice que esa es una norma puesta por la diosa Atenea y nadie debe romperla. Los soldados golpean al anciano y a la niña. Finalmente Ikki sale del volcán y se muestra ante los soldados. Ikki les ordena soltar a la niña y prepararse para lo que les espera. Cuando Ikki llega les dice que son una pequeñez, entonces estos se lanzan contra él, pero Ikki les derriba a todos sin problemas.
Ikki les dice que no están a su altura, el jefe de los soldados les dice que su misión solo era encontrarle y que sus asesinos son otros, entonces se muere. Entonces ikki percibe una presencia que despide un cosmos extraño. Ikki pregunta quién está ahí. Se muestran 2 caballeros, Shiva de Pavo y Agora de Loto, que dicen ser discípulos de Shaka. Ikki les pregunta quién es Shaka.
Shiva le dice que Shaka es el Santo de Oro más poderoso con poderes casi ilimitados. Agora le dice que Shaka ha superado el poder del 7º sentido. Shiva le dice que su vida es tan valiosa como la del Patriarca, y Agora acaba que siguiendo sus órdenes han ido allí para destruirle. Ikki dice que no se dejará matar fácilmente y que está dispuesto a luchar contra los 2.
Agora dice que uno solo de los dos podrá vencerle y le pide a Shiva que lo haga, mientras él se pone a meditar. Ikki les dice que ya que están del lado del Patriarca no se contendrá y les advierte que se preparen para abandonar la vida. Shiva e Ikki saltan uno contra otro, Ikki usa las Alas Ardientes del Fénix, pero para su sorpresa una extraña barrera retiene su golpe antes de que golpee a Shiva.
Shiva se aprovecha para dar una serie de patadas a Ikki hasta derribarle. Ikki no se cree como no le pudo alcanzar y piensa que algo le está protegiendo. Shiva le dice a Ikki que su fuerza es muy superior a la de él y que aun sigue vivo gracias a la fuerza adquirida por la armadura del Fénix dentro del volcán.
Shiva se dispone a matar a Ikki pero una niña del pueblo, a cuyo abuelo habían dejado malherido los soldados del Santuario, le pide que a Shiva que ayude a su abuelo, pero este la tira por un precipicio aunque Ikki le pidió que no lo hiciera. Ikki le pregunta porque lo hizo, y Shiva le dice que había perdido a su único pariente y que su vida había sido muy miserable, y que le ha evitado esos sufrimientos, y que eso es tener piedad.
Ikki le dice a Shiva que no hay pretexto para disponer la vida de otro sin pagar por el crimen. Shiva le dice que le matará pero entonces Ikki le ataca con la Ilusión del Fénix, consiguiendo esta vez alcanzarle. Shiva se ve a si mismo meditando y como es atacado por una gran cantidad de serpientes, para después consumirse en el fuego.
Shiva dice que ha sido un sueño muy agradable para él, ante la sorpresa de Ikki. Luego explica que Shaka le enseño a reprimir el miedo, la duda y el dolor, haciéndole invulnerable. Shiva le dice que esa técnica solo es útil en rivales en los que en su corazón habite la duda y son por ello presas fáciles.
Agora le dice a Shiva que se de prisa en acabar con Ikki. Mientras Shiva se prepara atacar a Ikki, este queda paralizado y Shiva usa contra él el Ataque de las Mil Manos, derribando a Ikki que no puede esquivarlos. Mientras está tirado en el suelo, Ikki puede ver a la niña que ha conseguido subir el precipio hasta el borde y esta le pregunta si como le dijo su abuelo, los caballeros son valientes y fuertes, que luchan por la justicia.
Ikki se levanta y piensa que no puede morir sin salvar a la niña. Shiva no se cree como Ikki ha podido sobrevivir a su ataque. Agora dice que tienen que librarse de Ikki cuanto antes dado que el Fénix puede volver de las llamas del infierno, y que sino les dará muchos problemas.
Mientras Agora prepara su ataque Ikki se queda paralizado de nuevo sin poder moverse. Agora ataca a Ikki con la Explosión del Loto derribándole. Ikki no siente dolor y cree que se está muriendo. Ikki les pide perdón a los demás por no poder ir a ayudarles al Santuario y a la niña por no poder salvarla. Entonces la niña toca la mano de Ikki y le hace reaccionar pensando que no puede dejarse morir mientras alguien le necesite y confíe en él.
La niña resbala pero Ikki la agarra del brazo y la sube del precipicio. Ikki le pregunta como está y la niña le dice que está bien dándole las gracias. Ikki le dice que las gracias se las da él por lo que acaba de hacer, dado que realmente ha sido ella la que le ha salvado a él.
En ese momento aparecen Shiva y Agora e Ikki les dice que no merecen pertenecer a la orden de caballería y que son unos asesinos. Shiva se dispone a atacar a Ikki aunque Agora le frena y le pregunta a Ikki cual es su razón para luchar. Ikki admite haber matado a muchos rivales, pero que luchará por la gente buena a la que admira.
Shiva y Agora se ocultan para después atacar a Ikki, Ikki deja a la niña pidiéndola que no se mueva y les sigue. De entre la niebla surge Shiva es el primero en atacar a Ikki al que derriba de un puñetazo. Agora salta sobre Ikki pero este le esquiva. Cuando se dispone a atacar queda paralizado de nuevo, lo que Shiva y Agora aprovechan para golpear y derribar a Ikki.
Shiva y Agora aprovechan para seguir golpeando a Ikki mientras está paralizado por Shaka. Ikki vuelve a levantarse tras la paliza que le dan Shiva y Agora y les dice que no abandonará nunca. Shiva y Agora se lanzan sobre Ikki, Ikki cree que es el fin. Atenea le dice a Ikki que no es el fin y que sus compañeros cuentan con él y que no abandone.
Atenea interrumpe la meditación de Shaka para liberar a Ikki, quien consigue retener a Shiva y Agora. Shiva ataca a Ikki con el Ataque de las Mil Manos pero Ikki consigue parar todos los golpes. Después Agora también ataca a Ikki aunque no consigue golpearle. Ikki les dice que ya no se ven tan seguros de si mismos y que su aprendizaje no es tan bueno como creen.
Agora ataca a Ikki con la Explosión del Loto pero Ikki le dice que es inútil atacar otra vez con el mismo ataque y lo evita saltando. Agora le pide ayuda a Shiva, entonces ambos agarran por los brazos a Ikki y después le ponen boca abajo rodeándole con unos círculos de energía.
Entonces Ikki siente las llamadas de Shun y Atenea, haciendo que Ikki reaccione y se libere. Ikki les dice que pueden abandonar si quieren porque el combate ha terminado. Ikki les ataca con las Alas Ardientes del Fénix matándoles a los dos. Ikki les dice que ahora pagarán por sus crímenes y se marcha.
Ikki se reúne con la niña y le dice que todo ha terminado. Ikki se lleva a la niña en brazos y se pregunta quién será Shaka del que hablaban Agora y Shiva. Ikki se marcha al Santuario para ayudar a los demás.